La gestión de riesgos está en todas partes en las empresas, pero lo que la mayoría de la gente no piensa es que la gestión de riesgos también está en nuestra vida cotidiana. Cada elección que hacemos tiene una consecuencia y una recompensa.
Hace poco me senté a hablar con un especialista financiero sobre las formas en que la gente puede aplicar la gestión del riesgo en su vida personal.
Esto es lo que aprendí y lo que quiero transmitirte:
1. Debes rodearte de las personas adecuadas
Rodearse de personas en las que puedas confiar te sitúa en un lugar en el que el riesgo es mínimo. Te pone en un lugar donde tienes algo de control en lugar de ningún control. Ser capaz de tener cierto control sobre tu entorno y tu ambiente ayuda a minimizar el riesgo(s) que tomas en los negocios, especialmente porque el riesgo es inevitable.
2. Educarse en lo que se hace
Si te educas en lo que estás haciendo, entonces estás reduciendo la cantidad de riesgo porque tienes menos posibilidades de tomar la decisión equivocada. No habrá muchos contratiempos porque tienes una idea general sobre lo que estás haciendo o lo que estás tratando de lograr; incluso cuando algo malo sucede, tienes el conocimiento para arreglarlo.
Normalmente, las peores cosas ocurren cuando no sabes lo que estás haciendo.
3. Sólo escucha a la gente que tiene lo que tú quieres
Si quieres ser un buen jugador de baloncesto, no acudas a la persona que no ha jugado al baloncesto en su vida. Acude a alguien que está donde tú quieres estar y haz que te enseñe cómo llegar. Hay algunas personas que son percibidas como buenas hasta que te das cuenta de que sólo son percibidas como buenas.
Tienes que encontrar a alguien que sea legítimamente bueno en lo que hace en el área en la que quieres estar; así minimizas el riesgo de aceptar consejos de alguien que nunca lo ha hecho antes.
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4. Entiende que no puedes tener lo bueno sin lo malo
En la vida, no hay manera de que usted va a ser feliz todos los días de su vida. Vas a tener días malos y días buenos. Es inevitable. Pero no dejes que eso te detenga. El mero hecho de saber que forma parte de la vida minimizará el riesgo de sufrir colapsos mentales o de tomar decisiones irracionales.
Con los negocios, si ganas mucho dinero pero tienes una mala gestión del mismo y no piensas en la inversión, el ahorro, los impuestos o los gastos, entonces estás aumentando tu riesgo y puedes meterte en un agujero más profundo del que tenías inicialmente.
5. Recuerda disfrutar de las pequeñas cosas de la vida
La gente puede estar tan estresada por convertirse en la próxima gran cosa que se olvida de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Este puede ser el mayor riesgo de todos, porque si te centras toda tu vida en trabajar y no en vivir, puedes acabar perdiéndote una vida plena. Es importante ir más despacio y disfrutar de las cosas sencillas porque no tenemos una segunda oportunidad en la vida.