Resulta curioso que todo el mundo trata de ganar dinero con todo tipo de juegos de azar, o aprende complicadas y dudosas estrategias para vencer al póker o en los casinos y uno de los juegos más sencillos y rentables del mundo es ignorado sin motivo: las porras.
Una porra es una apuesta por el resultado, normalmente de una competición deportiva. Suele establecerse entre un grupo de amigos, compañeros de trabajo o socios de una asociación. La apuesta es de una módica cantidad (uno o dos euros) y el vencedor de la porra se lleva todo el dinero apostado por los demás.
Pues bien, las porras son probablemente el único juego de azar en que el jugador tiene una probabilidad más alta de ganar dinero que de perderlo.
Hay dos posibles formas de organizar una porra y cada una de ellas tiene una estrategia diferenciada.
En el primer sistema cada jugador da un posible resultado a la competición y no se pueden repetir resultados. En este caso, para ganar dinero lo sencillo es apostar pronto y por un resultado muy probable. Si hablamos del fútbol, se debe apostar por el 0-0, 1-0, 1-1, etc. nada de resultados rimbombantes.
Si se sabe que va a participar mucha gente y se permite la opción de apuestas múltiples, se debe apostar sin ningún tipo de tapujos de forma múltiple a todos los resultados altamente probables.
Hay que evitar el forofismo si lo que se quiere es ganar dinero. Si se quiere ser más forofo que nadie se puede apostar por la victoria de tu equipo 20-0, es una forma de hacer el payaso como cualquier otra.
En este tipo de apuestas en que no se permite repetir resultados llega un punto en que la gente se ve obligada a dar pronósticos que son más propios de los dibujos animados que de los deportes reales. Por ejemplo en fútbol apostar por un 2-7 o cosas así. Lo sorprendente es que hay mucha gente que quiere participar aún así, aún sabiendo que no queda ni un resultado razonable.
Y es por eso que es rentable participar en las porras deportivas, porque mucha gente paga ese dinero para perderlo, sin ningún tipo de pudor.
El segundo tipo de porras son aquellas en que se pueden repetir resultados. En estas apuestas lo más sencillo es irse a una casa de apuestas y ver cuál es el resultado que peor pagan. Si para la casa de apuestas un 0-0 está pagado 8 a 1 y un 1-2 está pagado 15 a 1 quiere decir que la gente de la casa de apuestas, que sabe más de deportes que nadie, entiende que es muchísimo más probable el 0-0 que el 1-2 y en tal caso ese es el resultado que habría que poner.
Porque en las porras la gente suele cometer los siguientes errores, causas fundamentales de que sean un juego sesgado en que se puede ganar dinero:
- Apostar desmesuradamente por el equipo propio, para ser más forofo que nadie. El antes citado forofismo. Hay casos patológicos de personas que apuestan siempre por un mismo resultado, y abultadísimo, como 5-0 en un partido de fútbol, sin recurrir siquiera al más mínimo sentido común.
- Apostar por resultados abultados. La gente suele apostar en fútbol por resultados como 3-2 o 4-1 que aunque se nos antojan como muy hipotéticos, en el mundo real se dan raramente. Las estadísticas históricas dicen que los tres resultados más probables son 1-0, 1-1 y 0-0.
- Apostar por apostar. Gente sin idea alguna del deporte, que por no sentirse excluido da un pronóstico. Normalmente miran lo que ha puesto otra persona y le añaden un gol. Esto hace que su resultado sea aún más improbable.
En las porras en que se pueden repetir resultados se debe intentar apostar lo más tarde posible para, a ser posible, ver lo que han apostado otros y elegir uno de los resultados más probables (de acuerdo a lo que pague la casa de apuestas) y que menos gente haya puesto. Es fácil encontrar que un resultado altamente probable no ha sido elegido.
En un ejemplo práctico, pensemos en el partido del Real Madrid – Barcelona que se juega hoy. En una porra de 40 amigos es fácil que 5 apuesten por el 3-1 o el 1-3 y sin embargo es perfectamente posible que nadie lo haga por el 0-0.
En tal caso, en un sistema en que cada persona pague dos euros, si el resultado final es de 3-1 y él apostó por eso, su beneficio esperado es de (40 * 2 / 5 -2 = 14 euros). Sin embargo si es el único ganador con un resultado de 0-0, ganará 78 euros. Y lo mejor de todo es que en este caso el 0-0 es incluso más probable que el 3-1, por lo que sus probabilidades de ganar son excelentes se mire como se mire.
Con este sistema lo único que se garantiza es tener la esperanza matemática de ganar dinero. Es decir, que en promedio, pase lo que pase, se ganará dinero. Aunque lo más normal es fallar el resultado, al igual que ocurre con la Lotería Primitiva o la Quiniela. Sólo que en esos dos juegos la esperanza matemática es siempre de perder dinero.
Lo bueno es que las casas de apuestas permiten convertir un resultado matemático abstracto (esperanza matemática, que en promedio se gane) en un beneficio tangible. En el caso anteriormente indicado, en que se apueste por el 0-0 en una porra de 40 personas, se puede apostar en una casa de apuestas 40 euros a que no habrá un resultado de 0-0. En este caso pueden pasar dos cosas:
a) Que el partido acabe 0-0. Ganamos 78 euros de la porra de los amigos y perdemos 40 de la casa de apuestas. Resultado: ganamos 38 euros.
b) Que el partido no acabe 0-0. En este caso perdemos los dos euros de los amigos y ganamos lo que la casa de apuestas diera por acertar ese resultado, que será mucho más que 2 euros.
En general el truco para ganar en las porras es aprovechar que las apuestas de los amigos suelen ser poco racionales e incluso poco razonables. Y aprovechamos que existe un mercado como es el de las apuestas deportivas para crear una cobertura y hacer una apuesta win-win, (ganar-ganar) en que no importa el resultado que surja, siempre estaremos ganando dinero.
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