Ahora que todos vamos a participar en la Lotería de Navidad, a menudo mediante participaciones compartidas, es importante darse cuenta de que aunque lo más normal es que no ganemos nada, en caso de que se consiga un premio hay que asegurar nuestra parte del mismo.
Constantemente vemos casos de familias o grupos de amigos rotos porque una persona ha decidido realizar una división del premio que no es la que consideraban los demás.
Recientemente veíamos el siguiente caso en un pueblo de Zaragoza:
Piden prisión para una mujer por apropiarse de 3 décimos de lotería premiados con el gordo
Los denunciantes son dos hermanos y una cuñada de la acusada, que viven en Jarque de Moncayo y le reclaman 180.000 eurosEl 22 de marzo de 2008, el primer premio del sorteo de la lotería nacional recayó en el 26.575, número que durante las tres últimas décadas ha venido jugando una familia de Jarque de Moncayo. Y aunque los 180.000 ? del premio tenían que haber sido motivo de celebración para estos vecinos, el guiño de la fortuna solo ha conseguido distanciarlos. De hecho, se interpuso una denuncia por apropiación indebida que ayer sentó en el banquillo de los acusados a Isabel Gran Marco. Dos de sus hermanos y una cuñada le acusan de quedarse con los tres décimos premiados, que en teoría compraba cada semana para ellos en Zaragoza.
El asunto es triste, tres miembros de una familia que se pelean a matar y una persona que de ganar un tercio de un premio de la lotería se arriesga a pasar unos años en la cárcel, a pagar compensaciones y a perder a su familia para siempre. ¿Hasta qué punto puede llegar la codicia?
Aunque parezca demasiado serio, las condiciones en cualquier participación de lotería, aunque sea entre familia, es bueno y conveniente que queden registradas por escrito o delante de abundantes testigos. Lo que no puede ser es que te toque la lotería y tu vida empeore o se arruine. ¡Con el trabajo que cuesta ganar la lotería!
En participaciones de lotería es conveniente dar una copia escaneada del décimo a los otros miembros de la participación, como muestra de transparencia y garantía. Y también es una forma de evitar la suspicacia y picaresca propias, que pueden resultarnos desconocidas: sabes que no podrías ni intentar hacerte con todo el premio.
Uno de los problemas más habituales y entre los que más discusiones se suscita es cuando un grupo grande de personas lleva tiempo participando en un sorteo. Hay uno que compra la lotería siempre y alguno del grupo que paga tarde y mal. En esos casos hay muchos precedentes de problemas y juicios para conseguir el reparto del premio. De nuevo es conveniente establecer las bases bajo las que se repartirá el premio. Puede parecer que es trabajo inútil pero no, cuando toque el premio ya será demasiado tarde, es algo que hay que hacer siempre antes del sorteo, por difícil que resulte ganarlo.