Como programadores web, dueños de varias páginas web como sortea2, opinionescompra o contarproteinas. nos hacen la eterna pregunta:
¿Pero cómo se gana dinero haciendo páginas web? ¿Quién te paga?
He contestado a esta pregunta decenas de veces, unas con más ganas y otras con menos (dependiendo de cómo me cayera el interlocutor o mi estado de ánimo). Dado que ahora mismo sí estoy de buen humor, listaré algunas de las maneras en que es posible ganar dinero mediante Internet.
Nada de ver vídeos de anuncios como un zombi para ganar 2 euros. Nada de prostituir tu agenda de contactos para freírles a spam.
Publicidad
Este mismo blog tiene publicidad. Hay dos tipos de publicidad:
- Por número de visitas: Te pago 2€ por cada mil veces que se vea el anuncio. Este modelo es súper ineficiente. Quizás de esos mil usuarios nadie hizo clic o prestó la mínima atención al asunto. Solo es válido para páginas con una cantidad enorme de visitas (más de 100.000 al mes). Es casi imposible acceder a anunciantes a no ser que hagamos labores de comercial o que la vendamos a precio de saldo. Esta opción está casi descartada.
- Por número de clicks. Te pago 15 céntimos de euro por cada clic válido que vaya a mi página web. Este modelo sí es eficiente porque al fin y al cabo, el usuario tiene un interés en ver de qué se trata el anuncio. Pocas, pero hay algo de opciones de que se acabe sacando la tarjeta de crédito del bolsillo para comprar algo. Este modelo es modular, cuantas más visitas, más clics se producirán.
¡Excelente! Voy a hacer una web, con publicidad a saco y ganaré pasta.
No tan rápido. Primero hay que averiguar cómo conseguir los anunciantes. Hay tres maneras:
- Encontrar los anunciantes a mano. A menos que seamos un medio prestigioso, nadie va a querer anunciarse en nuestra página. Y si lo hace, será a precios ridículos. Esta opción está casi descartada si estamos empezando.
- Google Adsense. El 28% de los ingresos de Google provienen de esto (9.71 billones de dólares según la wikipedia). Tú pones en tu web un código que Google te da y él se encarga de gestionar los anunciantes y toda la parte compleja. A cambio, tú te llevas el 68% de los beneficios y Google el resto (que en total son 9.78 billones, o sea, que no es poco).
- Alternativas a Adsense. Hay alternativas, pero todas, sin excepción son peores. Y si nuestra página está en español, ya mejor ir olvidándose del tema.
Como vemos, Google Adsense es la opción más recomendable. A nosotros nos paga el 68% de los ingresos, pero aún así es más que lo que conseguiríamos por nuestra cuenta o usando otra red publicitaria seguramente. Además, este porcentaje es transparente. Nunca tenemos por qué saber esto. Simplemente preocuparnos de cuánto cobramos nosotros.
¿Cómo funciona Google Adsense?
Tú pones el código que Google te da en tu web. Por cada usuario que cargue tu página, Google analizará la página en la que se encuentra, para ofrecer anuncios que estén relacionados contigo. Además, sabrá tu dirección IP, por lo que puede imaginarse en qué ciudad estás. Además, es posible que tengas una cuenta de gmail. En ese caso, el navegador tendrá una cookie con la sesión de ese usuario. No se dedicará a leer tus correos, pero sí podrá afinar más quién eres. También podrá cruzar esos datos con un posible perfil en Google+.
En definitiva, Google trata de ofrecer los anuncios más relevantes para el usuario que se encuentra visitando tu página. Si estás en una página de Tarot y te ofrezco apuestas combinadas en Bwin.es, seguramente pases completamente del tema. Si estás en un blog sobre la bolsa americana y te ofrezco un fondo de inversión indexado al S&P 500 sin comisiones de apertura, hay más probabilidades de que te interese.
Tras la valoración del sitio y del usuario que se encuentra viendo la publicidad; y si el usuario hace clic sobre ella, Google generará beneficios para tu página. El anunciante que contrata la publicidad con Google pagará por ese clic un precio variable, según las características del usuario y la calidad de la página. Si es un anuncio de un restaurante en Almería y el usuario visita la página desde Canadá pagará menos que si el usuario es de Almería.
El precio de un clic es totalmente variable. Si todo pinta como algo fraudulento, o tiene valor cero, el clic valdrá cero euros. Si el usuario es 100% lo que el anunciante anda buscando y es un anuncio de una temática muy competida, el clic valdrá mucho más. He llegado a ver clics de más de doce euros (un único clic). Eso sólo ocurre muy de vez en cuando, lo normal es que valga menos de un euro.
Cabe destacar que Adsense funciona mejor para usuarios de Estados Unidos, Canadá, UK, etc. En España casi todos los clics son de menos de un euro. En los otros países es más fácil encontrarse con clics de los grandes.
Lo normal es que menos de un diez por ciento de los usuarios haga clic en un anuncio. Más de eso sería una página completamente fraudulenta que sería baneada en cuestión de días seguramente. En una página en la que la publicidad esté escondida y apenas destaque, con un 2% nos podemos conformar.
Una cosa que no podemos hacer bajo ningún concepto es clicar sobre nuestros propios anuncios o pedirle a la gente que lo haga. Como hemos dicho, Google dispone de un montón de información sobre el usuario que ha hecho eso. Para empezar, si tú haces clic lo más normal es que estés logueado en tu cuenta de google (la cual usas para consultar el saldo de adsense), por lo que Google sabe a ciencia cierta que eres tú mismo. Si una misma persona hace clic todos los días en la misma página, también sabe que eso es fraudulento, porque guarda un histórico de todos los clics.
Google avisa una vez, pero a la segunda te cierra la cuenta de por vida y ya nunca te deja volver a abrirla (quizás en 50 años sí, pero no se ha dado el caso todavía).
Google paga por transferencia bancaria una vez al mes. Nunca paga menos de 75€. Si en un mes no se alcanza eso, se pagará el mes en que se acumule esa cantidad.
Afiliados
La segunda gallina de los huevos de oro en Internet es el marketing de afiliados. Aquí, en vez de simples clics, lo que estamos buscando es que el usuario haga o compre algo de verdad. Ya de nada sirve que el usuario tenga algo de interés y haga clic. Aquí el usuario se tiene que sacar la tarjeta de crédito del bolsillo sí o sí para cobrar. Dado que aquí el anunciante no está arriesgando nada (si no paga el usuario, el dueño de la web no cobra nada), puede pagar mucho más, porque son ventas reales en su negocio. Lo normal es llevarse un porcentaje de la venta, con ciertos límites a veces (máximo de 10€ de comisión, por ejemplo).
Aquí poner la publicidad de fondo por si alguien le interesa ya no es suficiente. Ahora hay que hablar del producto, dar algo de valor añadido. Incentivar al usuario a comprar.
Una vez el usuario hace clic, el vendedor crea una cookie en el navegador del usuario. Lo que compre ese usuario en X horas tiene tu sello de afiliado y te llevarás una comisión por ello. Da igual que el usuario haya pinchado en el anuncio de un cepillo de pelo y acaba comprando Crepúsculo en DVD.
El porcentaje suele ser variable. No es lo mismo vender libros y DVDs (que tienen mucho margen de beneficio) que vender electrónica, que está mucho más competida.
Programas de afiliados hay cientos. Cada uno tiene unas condiciones. Su funcionamiento es siempre es el mismo: si el usuario hace X en mi página, tu página cobra un porcentaje.
El más conocido es el de Amazon. Pero si vamos a hacer una página web de una temática un poco común, seguramente haya algún programa de afiliados de esa temática (seguros de coche, venta de coches siniestrados, apuestas online, etc.).
Como el software que hace funcionar un sistema de afiliados es bastante complejo (es difícil controlar quién viene de dónde, cuánto se le tiene que pagar a cada uno, etc.), existen agregadores de afiliados, como Zanox, Affilinet, etc.
Normalmente los enlaces de afiliados contienen información sobre el dueño de la web que utiliza el servicio de afiliados. Así luego la tienda online puede saber de dónde viene.
Cada uno es de su padre y de su madre así que tenemos que leer las condiciones y entenderlas bien. En unos te pagarán cuando alcances 30€ de saldo. En otros no te pagarán comisiones de más de 10€. En otros no podrás nombrar la marca que estás anunciando, etc.
En el programa de afiliados de Amazon, lo máximo que pagan es 10€ por producto. Pagan mensualmente mediante transferencia o mediante cheque regalo de Amazon (opción abierta a todo tipo de chanchullos que retroalimenten al chiringuito). Las comisiones varían según la categoría del producto.
Si tenemos un blog que hable sobre lavadoras y frigoríficos, nos pueden interesar otros programas de afiliados en los que no esté el límite de 10€, porque podremos ganar mucho más dinero.
Si somos más listos de la cuenta, podemos decirle a nuestros amigos y familiares que utilicen nuestros enlaces de afiliados para comprar en esas páginas y llevarnos un porcentaje de comisión.
Vender cosas
Esta es la vertiente en la que menos conocimiento tengo. Es un terreno complicado porque requiere algo más de profesionalización. No podemos estar vendiendo motosierras por Internet sin garantía ninguna, sin saber qué hacer cuando nos devuelvan un pedido o sin siquiera estar dados de alta como empresa.
Sólo es recomendable si vamos a ser capaces de crecer y suplir la demanda que se nos pida. Requiere una gran dedicación y necesita de inversión monetaria inicial.
Nunca podemos caer en los siguientes problemas:
- Que nos hagan 10 pedidos y que si uno de ellos falla ya estemos perdiendo dinero porque nos tengamos que comer con patatas ese producto.
- Que nos hagan un pedido mínimamente grande y no seamos capaces de satisfacerlo.
- Que nunca haya stock de los productos. Que tengas que comprar primero y enviar luego. Eso causa frustración al usuario y hace que todo vaya muy lento.
- Que un cliente enfadado nos denuncie y no estemos ni dados de alta ni nada. En los anteriores modelos de negocio nadie debería quejarse de nosotros (en principio). Al tratar con los clientes de uno en uno, es más fácil que haya quejas.
En este tema no ahondaré mucho porque se me escapa de las manos. Sólo lo recomendaría si:
- Vamos a vender algo que producimos nosotros o que conseguimos a muy bajo precio (sólo nosotros).
- Vamos a emprender a gran escala y hacer algo medio en condiciones que de trabajo a largo plazo (dados de alta como empresa, con su pago de impuestos, etc.).
Vender servicios
Aquí en vez de vender cosas tangibles, vendemos servicios o nuestro tiempo por hacer algo. Así nos quitamos de un plumazo gran parte de los inconvenientes porque no tendremos que tratar ni con proveedores ni con empresas de transporte.
Además, si un cliente pide que se le devuelva el dinero, lo más normal es que nosotros sólo perdamos tiempo, no dinero. Al no vender cosas rotas ni tener que lidiar con garantías oficiales, lo normal es que si alguien está insatisfecho, con devolverle el dinero ya esté contento.
Aquí es conveniente estar dado de alta y demás porque algunos usuarios pedirán factura. Siendo honestos, esto ocurre muy raramente y lo mejor es empezar tanteando el mercado y darse de alta cuando eso empiece a dar beneficios (no digas que esto te lo hemos dicho nosotros).
Por ejemplo, en Sortea2 ofrecemos tres servicios:
- Sorteos certificados: en vez de un sorteo normal, haces un sorteo certificado que garantiza que no se ha repetido el sorteo varias veces y hace comprobaciones de fiabilidad extra. El organizador obtiene mayor credibilidad simplemente pagando 2.99€.
- Publicar promociones: alguien está organizando una promoción y obviamente, quiere que se apunte el mayor número de personas posible. Para ello, puede publicar un anuncio en nuestra web. Hay opciones de pago que ofrecen más posibilidades de personalización (más enlaces, más imágenes, el anuncio sale más destacado, etc.).
- Organizar sorteos en redes sociales: alguien está pensando en hacer un sorteo para conseguir fans en Facebook o followers en Twitter y sabe que luego contabilizar quién ha participado es prácticamente imposible (en caso de Facebook, imposible si tiene más de 500 fans), por lo que paga 4.99€ para toda esa gestión la hagamos nosotros.
Nosotros, los dueños de Sortea2 no tenemos que hacer nada, porque son sistemas automáticos. Simplemente tenemos que estar atentos al correo electrónico por si algún usuario tuvo algún problema o para devolver algún pago erróneo (cosa que rara vez ocurre).
Al vender cosas o servicios, es importante escoger qué método de pago utilizamos, porque puede ser un factor decisivo. Normalmente la disyuntiva es la siguiente:
- Pasarela de pago por tarjeta de crédito: tendremos que ponernos el traje y la corbata e ir a la oficina del banco a contarle nuestra historia al director del mismo. Tras muchos papeles, planes de negocio e historias varias, nos dará un TPV online. O no, depende de lo que él quiera. Seguramente tenga comisiones muy altas y haya que ir a más de un banco hasta que alguno nos ofrezca algo interesante.Normalmente los directores de oficina les chirría un poco la palabra «Internet» y lo ven todo con mucho escepticismo.
- Utilizar PayPal: no necesitaremos hacer ninguna gestión y funcionará de forma fácil. Los usuarios pueden pagar en tu página aunque no tengan una cuenta de PayPal, porque pueden usar su tarjeta de crédito directamente sin registrarse. El problema: que las comisiones son enormes (3,4% más 0,35€ de extra). Si vendes tanto como dealextreme.com te bajan las comisiones un poco, pero siempre son altas.Si vendes cosas baratas, los 0,35€ matan gran parte del beneficio.
Lo ideal es empezar con PayPal y cuando tengamos algo tangible, podemos intentar implementar una pasarela de pago propia, que tendrá comisiones un poco mejores. Cuando le contemos la historia al del banco, al menos podremos darle datos reales de ventas, por lo que te tratará un poco mejor.