
El poker es el juego de cartas más practicado en casi todos los casinos, más allá de los gustos, las tendencias y las modalidades que estén disponibles. Su receta, que combina una dosis de psicología y estrategia con una base de suerte y azar, es un cóctel molotov que convierte a este juego en uno de los “caballitos de batalla” de las salas online.
Sin embargo, no todas las variedades de este juego son iguales, sobre todo las que se encuentran en Internet. Por eso, en las próximas líneas vamos a analizar cuáles son las diferencias entre el juego en línea, el póker de casino en vivo con dealers profesionales y el videopóker, una modalidad que tiene un funcionamiento similar al de las tragamonedas.
Torneos de póker en línea: Los más comunes
Cuando nacieron los casinos online lo primero que hicieron fue ofrecer una versión digital de los juegos que había en cualquier sala física. Esto es, nada más y nada menos, lo que es el juego de poker en línea. Se trata de una versión digital de los naipes.
Los jugadores compiten entre sí a través de todo tipo de dispositivos en unas mesas virtuales donde las cartas se reparten automáticamente y se asignan los turnos a través de algoritmos. Son muy populares y por eso es sencillo encontrar partidas de bajo costo y otras competiciones largas, como los torneos, donde puede haber premios en efectivo u otros beneficios.
En cuanto a formatos, hay variantes para elegir. El más común es el torneo Sit & Go, en los que se comienza a jugar una vez que la mesa se llena, y torneos multimesa, en los que cientos o incluso miles de jugadores compiten por el premio mayor.
La ventaja de esta expresión del póker online es la facilidad para acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento; la gran desventaja es la imposibilidad de leer las expresiones faciales de los contrincantes, debido a que no podemos verles las caras tras la pantalla.
Póker en vivo con dealer profesional
Justamente por estas limitaciones del póker online, en cuanto mejoró la conectividad a Internet del mundo se creó el póker en vivo, una modalidad que combina las apuestas digitales con la transmisión del juego con un crupier real.
En esta modalidad la interacción con el crupier sí existe, por lo tanto se puede aprovechar la posibilidad de observar sus gestos y movimientos. Además, muchos de estos juegos suelen traer aparejado un chat en vivo donde se puede conversar y, por qué no, hacer amigos.
Aunque esta modalidad es más inmersiva y, en definitiva, una forma de jugar póker muy parecida a la experiencia real, también es cierto que requiere una mayor conectividad, por lo tanto no es la más recomendada para jugar en cualquier entorno, como puede ser la calle o un autobús.
Videopóker: Casi como las tragamonedas
El videopóker es una opción disponible en varios casinos, que combina los elementos del póker tradicional con la sencillez de las tragamonedas. Fue toda una novedad en la década del ‘70, coincidiendo con la salida de los primeros videoslots o tragamonedas con pantalla.
En este caso, en vez de jugar contra otras personas, se compite contra una máquina que sigue estrictamente las reglas estándar del póker, como la formación de manos ganadoras. La diferencia es que en este caso el azar se produce principalmente por las funciones del algoritmo y no por otros factores como la intervención de otros jugadores o la mezcla de las cartas.
En el videopóker las partidas comienzan habitualmente con una mano de cinco cartas, tras lo cual se le da la posibilidad al jugador de descartar y reemplazar algunas para formar la mejor combinación posible. Si al terminar la mano se queda con alguna combinación premiada, se le otorga un saldo a favor equivalente.
Lógicamente, se trata de un juego ligeramente más ágil que los torneos donde hay otros jugadores involucrados, ya que éstos suelen tomarse su tiempo antes de hacer un movimiento. En este caso, al tratarse meramente de electrónica, las partidas avanzan con rapidez y son transparentes, al igual que los sorteos avanzados de este sitio.
Probabilidades, estrategia y necesidad de práctica
Más allá de la versión elegida y de la modalidad que se juegue (Omaha, Texas Hold’em, Seven-Card, etc), el póker requiere una pizca de estrategia, algo de conocimiento de probabilidades y, sobre todo, una práctica constante. Por ese motivo, hay quienes aprovechan las modalidades de prueba (demo) de los casinos para ganar experiencia.
En el póker en vivo y en línea, el factor humano es clave, dado que al leer los patrones de apuesta y la psicología de los oponentes se puede marcar la diferencia. En cambio, el videopóker se basa más en estadísticas y en una correcta selección de cartas.
Para mejorar en cualquiera de estas modalidades, es fundamental estudiar las reglas, practicar en juegos gratuitos antes de apostar con dinero contante y sonante y desarrollar una estrategia adaptada a cada formato, sea cual sea el elegido.